lunes, 26 de octubre de 2015

LA IMPORTANCIA DEL ENTORNO

Foto: Campo Municipal de Tossa de Mar.

Muy probablemente, leyendo ese "la importancia del entorno" con el que encabezo este artículo, puedas pensar (te tuteo, con tu permiso) que voy a hablar de los dolores de cabeza de Rafa Benítez en sus primeros meses como entrenador del Real Madrid por la presión de la prensa. No. Quizá creas que voy a hablar sobre las dificultades y obstáculos que ha tenido que superar Luis Enrique para encontrar estabilidad y confianza en la grada del Camp Nou. Tampoco. Entonces, posiblemente, creerás que hablaré de Mourinho y de toda la crispación que va sembrando en tierras londinenses. Pues mira, nada de eso. Simplemente, te voy a hablar de un equipo que este pasado sábado perdió 3-0 en la localidad gerundense de Tossa de Mar.

Como cada año, y mientras el tiempo me lo permita, dedico mis tardes a enseñar lo poco que sé de fútbol a un conjunto de las categorías inferiores del equipo de mi localidad, el Club de Futbol Lloret. Esta temporada, he tenido la suerte de caer en el Infantil "B", con un grupo encantador de chavales que, la mayoría, han empezado su etapa de Fútbol 11, después de años jugando en la modalidad de Fútbol 7. Necesitan una importante adaptación, pero sus aptitudes y sus ganas son tan grandes como su calidad futbolística y humana. Además, y como añadido, los "grandes" ayudan y apoyan en todo momento a los "pequeños". No podía imaginar, hace algunos meses, que podría llegar a disfrutar tanto en una hora y medía de entrenamiento o viéndolos jugar el día del partido, con independencia del resultado numérico. Escuchan, preguntan y se divierten, que, al final, es lo principal. La competición, no ha empezado nada mal. Dos victorias en los tres primeros partidos disputados. La derrota llegó esta pasada jornada, ante un buen rival como la Unió Esportiva Tossa, de la localidad vecina de Tossa de Mar.

Comprendo que sigas preguntándote por qué narices he titulado a este artículo "la importancia del entorno". Muy sencillo. Nada de lo que acabas de leer tendría ningún tipo de sentido sin el entorno de estos chicos. Nada sería igual si ese entorno no fuera el que es. Hace algo más de un año, expuse una lista en la que definía a los diferentes tipos de padres que nos podemos encontrar en el mundo del fútbol base. Lo titulé "Tipología de padres" (para que veas que mis títulos siempre tienen relación con lo que se pretende explicar). Pues bien, debo decir que los padres de estos chicos son los principales culpables de la actitud de estos. Todos quieren que el equipo gane y que sus hijos jueguen muchos minutos, claro que sí (y así debe ser), e incluso en alguna ocasión seguro que no están conformes con mis decisiones, pero tienen una visión clara: que su "pequeño" disfrute y aprenda. Esa visión, le da sentido a todo.

El pasado sábado, el equipo perdió su primer partido de liga, con una primera parte muy discreta y con una segunda mitad a remolque. Quedaban pocos minutos para el final, el resultado era de 3-0 en contra y los chicos intentaban alcanzar la portería rival. El gol no llegaba, pero desde la grada, esos jugadores que perdían de manera clara oían continuamente, en cada una de las acciones, un "¡vamos, Lloret!", un "¡ánimo, chicos!" o un "¡muy bien, cracks!". En mi caso, y desde el punto de vista del entrenador, cuando vienes del desierto, todo se valora mucho más. Gracias.